Crónicas de la Gran Familia. Apuntes

 

por César Lezama

 

La Gran Familia, desde su fundación, se ha regido por una serie de normas denominadas las Tradiciones. A diferencia de otros códigos legales, nunca se ha tratado de compilarlos bajo una redacción única y condensada, excepto en contadas ocasiones cuando se educa a los niños de la Familia. La redacción adecuada es constantemente evaluada y modificada por los pensadores de la Familia, tieniendo en cuenta el objetivo primario de las Tradiciones al ser creadas, los precedentes, y los intereses de la Familia. Como dijo un miembro: "seguimos el espíritu de las tradiciones, no la letra"

 

Las Tradiciones principales son siete, y van como sigue:

 

* Primus: EL LEGADO. La sangre de los miembros es la sangre de la Gran Familia, conservada y defendida por generaciones. No se debe renegar de, o bastardizar, la sangre escogida.

 

* Secundus: EL SILENCIO. El secreto de la existencia de la Gran Familia es vital para su subsistencia. Ningún miembro traicionará ese secreto, bajo ninguna circunstancia, a alguien que no sea de la sangre familiar. Ningún miembro nombrará en público o dejará constancia escrita del nombre de otro miembro de la Familia, salvo en circunstancias que los asuntos familiares así lo requieran.

 

* Tertius: LA PROGENIE. Los miembros de la Familia tienen prohibido procrear, salvo por órdenes, y con el permiso, de las Autoridades Familiares. En ningún caso se aceptará la mezcla de la sangre familiar con sangre foránea.

 

* Quartus: EL VINCULO. Aquella que engendra es responsable de su progenie hasta que ésta sea aceptada como miembro de la familia por derecho propio. Los crímenes y responsabilidades de la madre pueden ser adjudicados a su progenie, y viceversa.

 

* Quintus: EL DOMINIO. Los miembros de la Familia deben obediencia a sus mayores. La madre tiene derecho de dominio sobre su descendencia; el Arconte tiene derecho de dominio sobre su ciudad; y los Ancianos tienen derecho de dominio sobre toda la Gran Familia. Ni la mano ni la voz de un miembro deberán alzarse contra uno de los Señores dentro de su dominio. Los Señores pueden añadir a las Tradiciones dentro de sus respectivos dominios, pero las Siete Tradiciones Primeras tienen poder de derogamiento sobre cualquier tradición suplementaria. Ningún miembro de la familia reconocerá otra autoridad que no sea la del Señor del dominio en que se encuentre.

 

* Sextus: LA HOSPITALIDAD. Los Señores denntro de su dominio deben hospitalidad a todos los miembros de la Familia mientras éstos se acojan a las Tradiciones. Todo miembro de la Familia debe velar para que las necesidades de los otros miembros estén satisfechas.

 

* Septimus: LA PAZ. La mano de ningún miembro de la Familia debe alzarse en rabia contra la de otro. El ataque o el fraude cometido por un miembro contra otro serán siempre los peores crímenes. Como excepción, los Señores dentro de su dominio pueden decretar cualquier pena que les parezca apropiada contra los que rompan las Tradiciones.

 

Con base en estas siete tradiciones, la Gran Familia se ha convertido en una sociedad cuya telaraña se extiende por todo el continente de Danae. La Familia es gobernada por un Consejo de Ancianos (también llamados Justicarios, o a veces el Círculo Interno), que suele mantenerse tras bambalinas. Las autoridades visibles de la Familia son los Arcontes (a veces llamados Príncipes), que gobiernan los asuntos familiares dentro de una ciudad (el Arconte de la Familia en Mariendam es Laurent Verland). Los miembros de la Familia a menudo usan apellidos distintos, incluso cuando están emparentados, para facilitar el secreto impuesto por la Segunda Tradición. No es raro que los miembros de la Familia alcancen posiciones elevadas dentro de la sociedad civil, pero desde luego los miembros no suelen ser identificados como tales.

 

(23-09-1996)